domingo, 15 de junio de 2014

A Mariana

Sabes que algo está mal cuando te ofrecen el menú kosher. El inglés italianizado del flight attendant me divierte; el hombre cree ver en mi sonrisa su error. Fija su mirada en el viejillo de la ventana vestido con camisa estampada de hojas de maple tricolor y corbata de estrellitas -no miento-. "¿Nauber?" Pregunta de nuevo. La chica sentada entre los pasajeros confundidos levanta una carita somnolienta: "Yo, gracias. NograciasNokoshergraciasEstoybiengracias." El hombre aún no termina de irse y ella regresa al letargo.

La judía dormida. El cuello torcido, las piernas tendidas, los brazos amarrados, la melena -castaña en rizos olor a lavanda- despeinada, la baba en su lugar.

Pienso en ti, irremediablemente. Crees que al primero en hablarle le preguntaste/te preguntó ¿libanés? La asociación se justifica eacuata, no paro de ver su cabello.

La judía dormida. El cuello torcido, las piernas dobladas, los brazos almohada, la melena castaña enredadera lavanda. Los labios abiertos al beso, la baba apenas en su lugar.

Se me ocurre atender a la pantalla de mi asiento. Delta, que es lo mismo vela, daga, kreinen, cambio y diferencia, es también mi flight entreteinment favorito: Her o Pacific Rim ¿a quién engaño?

La judia dormida. El cuello torcido, las piernas en loto marchito, los brazos Picasso, la melena castaña maraña de cobre olor a lavanda, la boca en un rictus, la baba es hilillo de plata en la barbilla.

Me temo que muera de tortícolis. Es sentimentalismo post-película. Recorro mentalmente: ¿Rubia despampanante? Not ¿Pelirroja de peligro? Not. Approved. ¿Y que le voy a decir?  "Me entristecen terriblemente ver morir monstruos gigantes" Pienso: Recargate Mariana, ven, posa aquí tu cuello tordico, aquí  tu melena olor lavanda. Entonces me entristecen de veras los monstruos gigantes muriendo. Pienso. Pero no digo nada.

Pd. No estaba llorando, de ninguna manera, Her no me afectó naaada.

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