lunes, 16 de junio de 2014

A Lorenzo, Agustín, Enrique

Lorenzo sabría perfectamente dónde y cómo tomar el tren desde el aeropuerto. Enrique, de fallar ese plan, habría encontrado el transporte con mejor relación precio/seguridad en el mercado. De aquello ser imposible, Agustín nos habría perdido con gracia hasta aparecer justo donde era necesario."Scusa, dove prendo il treno a Luino?" Muy fácil, a menos que lleves 24 horas en aviones-aeropuertos-judiasdormidas-gringos cambiandose de fila (muchos, a whole fucking high school senior class) porque ellos no tienen tutti passaporti.
-Scusa,- digo en cambio -per attivare il eurial?-
-No, no,- se lanza el italiano más aburrido de tratar con extranjeros en una mañana de miércoles -è con Trenitalia, questo è Milano Express. Quello è a Milano Centrale; un biglietto?-
"Si, si, grazie" "undici euro" "si, si, undici euro".

A) El tren a Luino salía en 20mins, tiempo exactó que le tomó aparecer en la plataforma al mal nombrado express; le tomó otros 30 llevarnos a centrale. B) Trenitalia está tres pisos abajo de los andenes. C) prendere il turno: A8021, pantalla de espera A5015; el último tren a Luino salía en media hora. Esperé 45min. D) Cambiar las rutas:
-Scusa, per attivare il eurial e reservation di un treno?-
-Presto, quale treno?-
-Bellinzona-
-dodici euro-
-reservation?-
-dodici euro-
-¡puta madre!
-scusa?-
- dije: dodici euro, grazie mille-

Tomé tres trenes hasta llegar al clásico rojo de caricatura. Los Alpes se alzan sin el mitos de la Sierra Madre, pero sus nevados imponen la severa neutralidad de quien se sabe rodeado por taludes invencibles. De Andermatt hasta Disentis la subida es hermosa e infernal; la locomotora grita torturada y el mexicano aplaude en los vagones. Los ultimos kilometros son un grito continuo, empieza a llover. Han pasado 36 horas desde que volé de casa.

Para cuando termino de arreglar la bicicleta (no salió ilesa del viaje) y montar la mochila, la lluvia es ya tormenta aciaga. El mapa indica Via Lucmagn. No existe. Existe tras una curva ascendente. Luego Via Lucmagn es una ruta al paraíso. A 400m de mi (caida libre) el Rhin serpentea entre los Alpes y regala una campo perfecto. Ahí voy, lloviendo a media tarde por la carretera, el velódromo anuncia 40km/h; no me da tiempo de temer; llego al TCS camping.

Señores, nunca hemos tenido la vergüenza de negar que nuestro intento por cruzar el ajusco terminó en un sitio perfectamente mejorable para acampar por dos noches. Déjenme decirles algo, no me alcanza la vergüenza para negar que pude haberme quedado a acampar en ese cacho del mundo que reclamé mío, mío y en consecuencia suyo, hederable entre nosotros para siempre.

[11-06-09 // 15-06-09]

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