viernes, 24 de julio de 2009

Y no pude sino recordar aquellas palabras: I, at any rate, am convinced that He does not throw dice

A todo esto… Aquí va la explicación. Estabá yo escuchando en shuffle mi música ( y la de mí papá y sus colegas, osea unos 250Gb) tocó Que puedo decir mientras entrebuscaba en mi librero del que cayó Things Fall Apart del buen Achebe… unos minutos más tarde, mientras releía el poema de Yeats, mi hermano prendió la tele en HBO donde presentaban LOTR The Two Towers, justo en aquella memorable escena que, pese a lo algunos ingenuos piensan, no escribió Tolkien…

Y no pude sino recordar aquellas palabras: I, at any rate, am convinced that He does not throw dice. (Einstein)

“¿Por qué en el mundo hay tanto dolor?
¿Por qué se hacen las guerras?
¿Por qué se siembra el miedo?
¿Por qué violamos a la Madre Tierra?
¿Por qué se mata en nombre de Dios?
¿Quién inventó las banderas?
¿Por qué agonizan personaspidiendo auxilio en nuestras fronteras?”
(SkaP)*

Sam: “I know. It’s all wrong. By rights we shouldn’t even be here. But we are. It’s like in the great stories, (…). The ones that really mattered. Full of darkness and danger they were. And sometimes you didn’t want to know the end. Because how could the end be happy? How could the world go back to the way it was when so much bad had happened?” (Fran Walsh and Phillipa Boyens)**

“Turning and turning in the widening gyre
The falcon cannot hear the falconer;
Things fall apart; the centre cannot hold;
Mere anarchy is loosed upon the world”
(W.B Yeats)

“…But in the end, it’s only a passing thing, this shadow. Even darkness must pass. A new day will come. And when the sun shines it will shine out the clearer. Those were the stories that stayed with you. That meant something, even if you were too small to understand why.(Fran Walsh and Phillipa Boyens)

“…En ti pongo mi esperanza, semilla de nuestra sangre
mi amor, mi niña, mi vida, ver tu sonrisa es un soplo de aire
El futuro es una canción, te canto a ti, compañero
tienen que ver nuestros hijos que el mundo tiene que tener remedio”
(SkaP)

“But I think, Mr. Frodo, I do understand. I know now. Folk in those stories had lots of chances of turning back only they didn’t. They kept going because they were holding on to something.Frodo: What are we holding on to, Sam?Sam: There’s some good in this world, Mr. Frodo. And it’s worth fighting for.”
(Fran Walsh and Phillipa Boyens)

*No logré encontrar quien en especifico es el letrista
**Si lo escribieron entre los dos, pueden verlo en el material extra de la version extendida; no participó P.J. en ese guion.


Mientras creeamos crearemos y eso nos hará libres…
As-Salāmu `Alaykum

jueves, 23 de julio de 2009

Enodatio

¿Y si murieras mañana? La pregunta surgió desde lo más recóndito de la mente. Atravesó valles de ideas, mares de sueños, nubes de deseos y abismos de ignorancia, sólo para dejarse escurrir como una pequeña gota de agua en el pozo de la conciencia.

Hace 20 años, de entre todas las posibilidades, de la unión de un hombre y una mujer, fui concebido. Eso no lo decidí yo. En el momento del parto no lloré, no me moví, no respiré. Mi pulmón derecho estaba colapsado. Pude haber muerto, pero decidí vivir. Hoy enfrento la mayor de las consecuencias; vivir. Y, por alguna circunstancia, una pregunta que nació casi inocente en alguna parte de mi recóndito cerebro, abrió mis ojos a la única realidad inminente: voy a morir.

Me encontré dentro de las posibilidades infinitas de lo que pudo ser mi vida, con una familia rodeada de libros. En los libros conocí mis primeras palabras, mis primeros sueños. Leí la palabra “Dios” y sus letras me envolvieron durante renglones y párrafos y páginas hasta toparme después con la palabra “religión” y el concepto divino desapareció en la vergüenza de la hipocresía ajena. Y más tarde encontré en páginas muy distintas “La religión es el opio del pueblo” y creí en las palabras de Karl Marx, y amé la frase y la volví parte de mi camino. Dejé por ese entonces mis libros y viví, viví solo un poco. Viví para recordar a mi abuela paterna enferma, viví para verla agonizante, en ese momento me vi obligado a ponerle una coma a Marx; Si la religión es el opio del pueblo… entonces la fe es la salvación del hombre. Porque si bien mi abuela proclamaba la religión a diestra y siniestra no fue la religión quien la hizo caminar los últimos días de su vida después de años de incapacidad, sino su fe.

En ese momento sólo comprendía la palabra fe, pero la palabra muerte era un concepto alejado de mí ser. Una irrealidad, una fantasía como cualquier otra fantasía de infantes. Por eso, cuando leí sobre heroicas batallas y guerras jugué a matar. En ese entonces leí “La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos.” (Jean Le R. D’Alambert) Entonces entendí dos palabras, destrucción y engaño. La destrucción, me dije, es parte natural del hombre…todo es un ciclo donde la destrucción es el comienzo de algo nuevo. El engaño, me dije, también es natural. Sin engaño no hay fe y sin fe solo se espera a la muerte.

Entonces puse a prueba mi vida, engañé y destruí. Me encontré entonces en medio de los problemas más grandes que alguien puede tener. La gente dejó de confiar en mí. Regresé corriendo a mis lecturas, pero no encontré nada. Una y otra y otra vez veía el engaño y sin embargo, comprendí algo nuevo sobre este, leí “los artistas usan la mentira para encontrar la verdad” (Alan Moore) y la verdad para mí era la fe. Entonces quise ser artista y me volví escritor por ser dibujante frustrado.
Entonces por mucho tiempo escribí ¿pero que sabía yo del amor? Del amor entonces escuché: "Yo pretendo que haya poesía en mi vida, y aventura, y amor, amor por encima de todo. No la artística impostura del amor, sino el amor que es capaz de derrumbar la vida, impetuoso, ingobernable como un ciclón en el corazón ante el que nada se puede, ya te arruine o te embelese. Yo debo sentir ese amor" (M. Normand. T. Stoppard) . Y entonces conocí a quien por mucho tiempo fue mi pareja, y cuando las circunstancias me obligaron a perderla comprendí que algo me habían quitado, que algo era distinto, conocí la palabra libertad. De la libertad leí mucho y mucho oí pero sólo algo me retumbo para siempre “la verdad os hará libres” (Jn 8, 32)

Entonces comprendí que si el engaño nacía para la creación de la verdad, entonces yo era libre. Pero comprendí que ser libre era mucho más. Pero eso lo aprendí después. Con el tiempo mis ojos fueron a dar con otras palabras "No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente" (Arturo Pérez-Reverte).

¿Y si muriera mañana? La pregunta surgió desde lo más recóndito de la mente. Atravesó valles de ideas, mares de sueños, nubes de deseos y abismos de ignorancia, sólo para dejarse escurrir como una pequeña gota de agua en el pozo de la conciencia. Si muriera mañana habría vivido bien, porque tuve la valentía de ser libre y en mi libertad amé y al amar encontré la fe para seguir afrontando mi libertad.