viernes, 11 de septiembre de 2009

Historia de amor imaginaria en cuatro tiempos

I Y aún ahora cuando te veo
Oler los aromas de tu cabello
Besar tu cuello
Susurrarte al oído cuanto te quiero

Palidecer ante cada roce de tus labios y los míos

¡Ay! Amor mío, si existieras.

II A veces pienso que tú naciste
Para hacerme el amor
Y que nací yo para hacerte reír.

Por eso no me importa que rías
cuando hacemos el amor

III Aunque sea solo una sonrisa amarga
La ultima despedida del deseo
Dime aunque sea que me desprecias
Que me aborreces ¡que ya me vaya!

Pero simplemente callas, mujer
porque tu silencio son sentencias
muerte tan tajante, anunciada,

IIII Y al final esos gritos despapanantes, esa furia que creo que me contengo quiero en mis brazos sonstenerte y destazarte, luego un beso , una caricia y que me ames sin amarte. Que rindas a ti todos tus deseos y que yo con la mirada te deshaga, quiero también y al mismo tiempo que lo sufras, que te arrastre que te duela que te vayas.

Tanto tengo que decirte, no digo nada.

Tanto quiero lastimarte

Tanto daño quiero hacerte y que me hagas


¡Ay! Amor mío, si existieras.

3 comentarios:

  1. Que intensidad! esa no es imaginaria. Es bello me congratulo por leerlo y disfrutarlo

    ResponderEliminar
  2. Realmente si existieras, amor oscuro y lejano, tangible tan solo en forma de pensamiento, si de verdad existieras no tendría que buscarte en procesos mentales extraños, donde de una calle larga y vacía llego a tu imagen y presencia.

    ResponderEliminar
  3. Sin embargo existe, es y esta, lo fue y lo será porque las cosas como el amor no pueden vivirse sólo una vez, y mucho menos sólo en la imaginación...

    ResponderEliminar